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miércoles, 26 de enero de 2011

Kant y el porqué de los a priori

Cuando Kant publicó su obra fue criticado por las dos grandes corrientes de pensamiento que había en su época, de un lado estaban los empiristas, que creían que todo conocimiento devenía de la experiencia; de otro lado estaban los idealistas, que fundaban todo conocimiento en el uso exclusivo de la razón.
En la Crítica de la Razón Pura, Kant decide seguir el consejo de Ment-tzung y escoge el camino del medio, pues como decía el proverbio: "en el medio está la verdad". Es por ello que fundamenta en esta obra que si bien todo conocimiento es empírico, no todo conocimiento procede de la experiencia; sino que existen los conocimientos a priori.
Pero, ¿por qué existen los a priori, por qué son necesarios?
La necesidad de los a priori se explica en el hecho de que Kant era consciente de que los sentidos no dan una certeza absoluta; la experiencia sensible resulta engañosa, pues la realidad que se nos aparece y aprehendemos a través de los sentidos, no es una realidad absoluta, es decir, no podemos extraer un conocimiento absoluto, universal, válido en todo tiempo y lugar de ella; sino que la realidad percibida genera en nosotros representaciones de los objetos, pero estas representaciones están moldeadas en el cerebro, no es la realidad en sí, sino una representación de ella. Pero tampoco podía adherirse a la corriente idealista, porque está, aunque es capaz de generar un conocimiento con mayor certidumbre, es decir, es capaz de generar un conocimiento válido en todo tiempo y lugar; no ofrece un conocimiento trascendental, es decir, las certidumbres logradas a través del uso exclusivo de la razón no son experimentables sensitivamente; por lo que carecen de verdad existencial. Por ejemplo, un idealista puede afirmar que Dios existe y es omnipotente, incluso puede hacer el ejercicio lógico que permite demostrar razonadamente esta afirmación; pero no podrá decir: he aquí, Dios; puesto que este nunca ha sido percibido. Un empirista puede decir que Dios no existe, pues no lo percibo, si existiese lo percibiría; pero no podrá decir: he aquí que no hay Dios, puesto que el hecho de no percibir una cosa, no quiere decir que esta no exista.
Así pues, Kant se ve obligado a establecer unos límites al entendimiento humano: Dios, el alma y el Universo no son cognoscibles, exceden las capacidades del entendimiento humano; son las llamadas antinomias. Una vez que los límites al entendimiento están establecidos, es necesario conciliar ambas posturas, pues solo se podrá extraer un conocimiento de un objeto cuando este sea percibido por los sentidos, sea comprendido por el entendimiento y luego pueda ser experimentado; lo que constituye un conocimiento trascendental del objeto.
Kant construye su filosofía trascendental del siguiente modo: un objeto es percibido por los sentidos, este se llama fenómeno, pues se nos aparece, este fenómeno, captado por los sentidos, pasa por el entendimiento, que genera la representación del objeto convirtiéndolo en noúmeno, este último trasciende a la realidad; y tras sufrir esas etapas, podemos afirmar un conocimiento sobre el objeto percibido y pensado, que es válido en todo tiempo y lugar; por esta razón se llama conocimiento trascendental, porque trasciende a la realidad, pasando de objeto de la realidad a objeto de conocimiento y volviendo a ser objeto, ya trascendido.
El conocimiento intelectual produce mayor certeza y el conocimiento intuitivo mayor realidad; para poder obtener un conocimiento trascendental de un objeto se hace necesario tener unos a priori; es decir, dar por hecho que existen conocimientos que no proceden de la experiencia, sino que son producto del entendimiento; de esta forma se puede lograr un conocimiento trascendental de las cosas y por eso son necesarios establecer unos a priori, porque sin ellos el conocimiento será o más certero o más real, pero no ambas cosas; de modo que al establecer ciertos a priori se construye un puente que conecta el conocimiento intuitivo con el conocimiento intelectual; un puente por el que circula información que genera un auténtico conocimiento, un conocimiento puro.

CONCEPTO DE MOVIMIENTO EN ARISTÓTELES Y GALILEO

Aristóteles describe filosóficamente lo que la gente experimenta físicamente, por lo que resulta muy convincente y comprensible. Él concibe el movimiento como un principio natural y por ende necesario; todos los seres por el mero hecho de existir poseen movimiento. Este movimiento es perceptible por los sentidos, el movimiento afecta a todas las cosas, ¿por qué no están quietas las cosas? A esta pregunta Aristóteles responde con un concepto un tanto axiomático, puesto que todo se mueve, es obvio que todo posee en sí una energía que le confiere este movimiento, el movimiento se convierte así en un elemento más, constituyente de los seres junto al fuego, el aire, la tierra y el agua.
El movimiento queda ligado, pues, a la concepción filosófica que del mundo posee Aristóteles; está imbricado en la teoría del cambio que se produce en la materia potencia al actualizarse en acto, es decir, los seres sufren cambios al pasar de un estado a otro, de la semilla al árbol, y al proceso de cambio, la actualización, se la considera movimiento. Así pues, para Aristóteles los tipos de cambio que sufren los seres, los sustanciales y los accidentales, están ligados al movimiento, que es considerado como un principio natural que poseen todos los seres, por ser seres.
Aristóteles define al movimiento como actualidad de lo potencial en cuanto a tal; mientras que Galileo lo concibe, no como un principio natural, sino como un sistema mecánico, que es medible. Un objeto que se desplaza desde un punto a otro, adquiere en tiempos iguales, iguales incrementos de velocidad. El movimiento pasa de ser un principio natural a ser un concepto físico, que puede ser teorizado y refrendado por medio de la experimentación. Galileo abandona el lenguaje cualitativo de Aristóteles para pasar a un lenguaje cuantitativo, que desde entonces define a nuestro mundo.
Con Galileo la verdad deja de ser algo natural para ser algo experimentable, el hombre no funda la verdad, sino que la descubre. Galileo tiene que proporcionar la verdad a los sentidos, abandona los conceptos aristotélicos que se basaban en nociones, evidencias de los sentidos, y para hallar la verdad se basa en pruebas, en la experimentación; pues es de esta última de donde se obtiene la verdad, que ya no es de Galileo ni de hombre alguno, sino que se es una realidad descubierta e inapelable, la ley física actúa independientemente del hombre.

SEMBLANZA DE GALILEO GALILEI

En Sarsi discierno la creencia de que en el discurso filosófico se debe defender la opinión de un autor célebre, como si nuestras mentes tuvieran que mantenerse estériles y yermas si no están en consonancia con alguien más. Tal vez piense que la filosofía es un libro de ficción escrito por algún autor, como la Ilíada. Bien, Sarsi, las cosas no son así. La Filosofía está escrita en ese gran libro del universo, que está continuamente abierto ante nosotros para que lo observemos. Pero el libro no puede comprenderse sin que antes aprendamos el lenguaje y alfabeto en que está compuesto. Está escrito en el lenguaje de las matemáticas y sus caracteres son triángulos, círculos y otras figuras geométricas, sin las cuales es humanamente imposible entender una sola de sus palabras. Sin ese lenguaje, navegamos en un oscuro laberinto.

En este pasaje de los Discorsi, Galileo muestra cuán punzante y certero podía llegar a ser. En unas pocas frases dilucida todo su pensamiento y muestra el carácter de un hombre del Renacimiento que está impelido a cuestionar no solo las verdades de la tradición, sino también las verdades reveladas. 
Lo primero que llama la atención de Galileo es su capacidad para enfrentarse a la mayoría, lo que refleja un fuerte carácter y grandeza de espíritu, la combinación de ambas virtudes le confieren una gran confianza en sí mismo y en el trabajo que desarrolla. Otros rasgos que le caracterizan son la valentía y la metódica disciplina, defender el heliocentrismo cuando no hacía mucho la Inquisición había condenado a Giordano Bruno a morir en la hoguera, ¡requiere valor! Y qué decir de la disciplina, si él fue quien introdujo la prueba experimental en la concepción del conocimiento científico, lo que comporta la tediosa carga de recopilar los datos experimentales que se suceden en cada una de las pruebas que se realizan, todo ese trabajo queda patente en sus Discorsi. Como queda patente su innegable inteligencia y su capacidad para ver el mundo con otros ojos, por supuesto, tuvo antecesores en su modo de expresarse, su virtud radica en que teniendo acceso a los tratados de Aristóteles y de Euclides, toma a este último como modelo para su marco teórico, lo que revela que su visión del mundo era matemática y no filosófica; antes de él, las investigaciones de Aristóteles preguntaban el “por qué” de un proceso físico; Galileo pregunta el “cómo” de un proceso. Él fue el primero en desarrollar un método experimental, que fundamentado en la matemática, descubría las leyes de la física que rigen los procesos que se dan en la Naturaleza. Una serie de experimentos controlados científicamente es para él una prueba de la legalidad de un fundamento físico, es decir, una ley física es incuestionable e inquebrantable, válida para todo espacio-tiempo, porque se sustenta en la matemática y en la experimentación; así pues, la verdad está en la experiencia y no en la razón.
Esta última aseveración produjo el cisma entre Ciencia e Iglesia, ya que desde Galileo se forja un carácter científico-técnico que nos lleva a observar el mundo con unas lentes que nos obligan a ver con ojos físico-matemáticos con el objeto de descubrir las leyes que rigen la Naturaleza, las cuales pueden y deben ser experimentables para poder y deber afirmar su veracidad; dejando y abandonando la visión que del mundo ofrecía la razón revelada, ya sea de un hombre o de Dios. 
Galileo es un ejemplo a seguir por su: inteligencia, sagacidad, fortaleza de espíritu, disciplina, valentía, capacidad de implementación y sí, también hay que decirlo, por su arrogancia, seguro que se sintió satisfecho y envanecido por la contemplación de su propia obra y sintió cierto menosprecio por la de los demás, ¡que le pregunten a Sarsi a ver qué dice!

EL FÍSICO Y SU NUEVO PENSAMIENTO
Cuando uno piensa en lo que supuso el paso de la Edad Media al Renacimiento, se le vendrá a la memoria diversos acontecimientos políticos, sociales, culturales… La consolidación de las monarquías, los descubrimientos geográficos, el nacimiento del capitalismo mercantil, la reforma protestante y sobre todo recordará obras de arte como: La Basílica de San Pedro, El nacimiento de Venus o La Puerta del Paraíso. Pero serán pocos aquellos que al pensar en este período recuerden a un hombre que verdaderamente cambió sustancialmente la forma de pensar y ver el mundo, Galileo, en sus Discorsi, plantea una ruptura total con la forma de pensar el mundo que hasta entonces había prevalecido, la visión aristotélica apoyada por la Iglesia tenía por objeto el estudio de las cosas corpóreas que portaban dentro de sí la capacidad del cambio, es decir, del movimiento; lo que se adecuaba a su teología de forma extraordinariamente convincente, Dios dotó al hombre de alma y esta es la que provoca el movimiento de su cuerpo. Así pues, la teoría del movimiento de Aristóteles era perfectamente asumible por la Iglesia y además resultaba muy convincente a la luz de los sentidos, pues parece obvio que una piedra cae al suelo antes que una hoja de hierba, del mismo modo que resulta obvio, el que si las cosas se mueven es porque llevan en sí la capacidad de moverse, o eso es lo que se deduce de la observación de la Naturaleza.
El primer cambio de Galileo respecto a Aristóteles es la transformación y manipulación del lenguaje, que ya no es cualitativo sino que es cuantitativo. Galileo adopta un lenguaje y una lógica matemática, de modo que la definición de un proceso es reducida a los términos indispensables para su comprensión, reflejando exactamente el proceso que se describe de tal manera que no se pueda deducir de su definición otra cosa que su descripción. El otro cambio reside en que la observación de la Naturaleza sirve para inferir las leyes inmutables e inquebrantables que rigen los procesos que se dan en ella. De la Naturaleza se extraen los datos, que servirán para el planteamiento de una hipótesis que deberá ser corroborada, y esta es otra de las mayores aportaciones que se han hecho a la ciencia, por la experimentación.
Con Galileo se abandona la metafísica y se entra en la física, ya no se buscará la esencia de las cosas, ni se le atribuirán a la naturaleza constitutiva de las cosas elementos como la capacidad de movimiento; sino que se buscará las leyes físico-matemáticas que rigen los procesos que se dan en la Naturaleza. Esto supuso un cambio radical en la forma de pensar y también, gracias a su planteamiento de corroborar con la experimentación aquello que se había demostrado intelectualmente sobre el papel, se produjo una aportación fundamental a la innovación tecnológica. La necesidad de construir elementos pragmáticos que confirmen una teoría ha llevado a la sociedad a una tecnificación de su vida cotidiana.
Nuestro modo de vida sería inconcebible sin la aportación que Galileo hizo al mundo, con sus Discorsi provocó el hundimiento de la metafísica y el advenimiento de la física, además es un ejemplo que fortalece a quienes pensamos que cualquier hombre que tenga mayor razón que sus prójimos, ya constituye una mayoría de uno.


De Tartessos

“Los de Tarsis traficaban contigo (Tiro) en gran abundancia de productos de toda suerte: en plata, hierro, estaño y plomo te pagaban sus mercancías.”

Ezequiel 27,12

 


Fuente
Ezequiel fue un sacerdote y profeta mayor hebreo exiliado a Babilonia. Sus profecías avisaron de la destrucción inminente de Jerusalén. También fue uno de los oráculos sobre la condenación de las naciones extranjeras y de la restauración de  Israel. La Biblia es una compilación de textos que en un principio eran documentos separados (llamados "libros"), escritos primero en hebreo, arameo y griego durante un dilatado periodo de tiempo y después reunidos para formar el Tanaj (Antiguo Testamento para los cristianos) y luego el Nuevo Testamento. Ambos testamentos forman la Biblia cristiana. En sí la Biblia fue escrita a lo largo de aproximadamente 1000 años (900 a.n.e. - 100 n.e.). Los textos más antiguos se encuentran en el Libro de los Jueces ("Canto de Débora") y en las denominadas fuentes "E" y "J" de la Torá o Pentateuco, que son datadas en la época de los dos reinos (siglos X a VIII a.n.e.). El libro completo más antiguo, el de Oseas es también de la misma época.

Ideas principales

1º Ruta comercial entre Tartessos y Tiro.
2º Explotaciones mineras en Tartessos.

Contexto

_Marco cronológico: Ezequiel es un profeta del siglo VI a.n.e. pero el contexto cronológico está referenciado al comercio entre Tartessos y Fenicios, que podemos situar en el siglo X a.n.e. por los hallazgos arqueológicos en Huelva.
_Marco espacial: Tarsis, aun no ha sido encontrada ni tampoco está claro que el nombre aluda a una ciudad concreta, pero podemos situar el marco espacial en Andalucía, en especial en las zonas mineras de la vertiente atlántica.
_Marco social: sociedad tartésica, en proceso de orientalización por contacto comercial con los fenicios.

Desarrollo
El texto hace referencia al comercio existente entre fenicios y tartésicos, que se basaba esencialmente en el intercambio de metales por productos manufacturados. La élite social de Tartessos explotaba las zonas mineras de Andalucía y adquiría productos como perfumes, vasos de alabastro, cerámicas a torno... que potencian su imagen de aristócratas.
En el mapa se observan las rutas comerciales fenicias, que contribuyeron a crear un importante vínculo entre las civilizaciones mediterráneas y más aún entre las formas artísticas del mundo antiguo, por imitación, fusión y difusión de ellas, aunque no se considera a los fenicios como originales creadores de una gran cultura propia.
El comercio era la actividad principal de la economía de los fenicios. Durante sus largos viajes debían abastecerse en distintos puntos de su recorrido. Con el tiempo, esos sitios fueron transformándose en establecimientos permanentes, llamados colonias. Los fenicios no conquistaron territorios, como otros pueblos invasores de la antigüedad, sino que fundaban establecimientos en sitios propicios de las costas para abastecerse y como almacenaje.

Como se puede observar, las zonas bajo influencia tartésica incluyen bastos territorios ricos en materias primas, sobre todo es rico en metal. La sociedad tartésica explotaba las minas de cobre, plata, plomo... e intercambiaban la materia prima por productos refinados. La demanda constante y creciente de materia prima por parte de los comerciantes fenicios provoca un incremento en la explotación de la sociedad tartésica, ya que obliga a las élites indígenas a aumentar la productividad, lo que se consigue dedicando más mano de obra o forzando a la ya existente a aumentar la explotación. Los fenicios acabaron por establecerse en torno al litoral y fundaron ciudades que actuaban como centros de producción y comercio con los autóctonos, esto generó una transformación en el modo de vida de la élite tartésica, cuya corte se tornó a formas más despóticas, pero también la sociedad cambió con la introducción de nuevas tecnologías como la metalurgia del hierro, el torno de alfarero, las fábricas de salazones, los nuevos rituales y dioses... que tomaron de los comerciantes fenicios.

Conclusión

Los fenicios se beneficiaron de su comercio con Tartessos, ya que estos poseían una mentalidad económica que confería a los elementos de trueque valor de cambio, mientras que los autóctonos aún mantenían en su mentalidad el valor de uso, por lo que un vaso de alabastro era intercambiado por una cantidad de metal muy superior a la debida. Esto provoca que se incremente la extracción de metales, lo que provoca una diferenciación social mayor, una centralización del poder en manos de la élite y una sobreexplotación de la mano de obra autóctona. Pero el comercio también tiene repercusiones positivas como la llegada de nuevas tecnologías, la metalurgia del hierro favoreció la roturación y labrado del campo, lo que hizo aumentar su producción, la llegada del torno, que provocó un aumento en la producción, y en general, la llegada de los fenicios supuso una división y especialización del trabajo.



De los íberos

“... y aquella (Córdoba) por la fertilidad y amplitud de su campiña, a lo que contribuye en gran medida el río Betis.”
Estrabón, Geografía III, 2, 1

Fuente
Estrabón fue un geógrafo e historiador griego nacido en Amasia, ciudad del Ponto (la actual Amasya, en Turquía) en el siglo I a.n.e. fue un gran viajero que, aprovechando la pax romana, recorrió casi todas las tierras de la ecumene, llegando a Armenia en oriente, hasta Cerdeña en occidente, y desde el Mar Euxino (Mar Negro) en el norte hasta los límites de Etiopía en el sur. Recorrió el Nilo hasta Asuán en una expedición dirigida por Elio Galo, prefecto romano de Egipto.
De él se conservan únicamente algunos fragmentos de su trabajo histórico, sus Memorias históricas, en 43 libros, complemento de la historia del griego Polibio. En cambio sí se recoge casi por completo su magna obra Geographiká (Geografía), la cual se fecha entre los años 29 a.n.e., en que da comienzo su periplo, hasta el año 7. Consta de 17 volúmenes de una descripción detallada del mundo tal como se conoció en la antigüedad y poseen un gran valor, sobre todo como informe, por sus propias y extensas observaciones. Interesa señalar que el tercero de ellos lo dedica a Iberia y lo que en él se dice fue recopilado de otras fuentes, sobre todo de Posidonio, ya que Estrabón nunca estuvo en la Península Ibérica. Como geógrafo descriptivo rechazó la obra de los geógrafos matemáticos como Eratóstenes de Cirene o Hiparco de Nicea por su carácter puramente astronómico o cartográfico. Esto le llevó a una despreocupación por las causas físicas de los fenómenos naturales, centrándose en los aspectos humanos, la historia y los mitos para componer un retrato de las gentes y los países que estudiaba para glorificar y perpetuar la labor imperialista romana.
Contexto
_Marco cronológico: siglo I a.n.e.
_Marco espacial: Provincia Hispania Ulterior Baetica, capital de la provincia Corduba.
_Marco social: dominio romano sobre Hispania.
Ideas principales
1ª Descripción de la situación geográfica de la ciudad de Corduba.
2ª Desarrollo económico fundamentado en la explotación agrícola.
Desarrollo
Poca gente conoce el importante pasado romano de la actual ciudad de Córdoba. Sobre el año 25 a.n.e., en la época de Augusto, la Colonia Patricia Corduba pasa a ser capital de la Provincia Baetica y del Conventus Cordubensis, afianzando la preeminencia que había ostentado durante la época republicana respecto al resto de ciudades de la provincia. Y esto supone un episodio decisivo en el desarrollo urbanístico de la Córdoba romana, configurándose la imagen urbana que perdurará a lo largo de toda la Antigüedad. En este período el recinto amurallado de la ciudad crece hacia el sur, hasta la orilla del río, incrementando así su extensión hasta las 78 ha. Corduba se enriquece de la mano de las nuevas elites coloniales.En la economía agraria de la Bética se desarrolla el régimen de villas rústicas, Estrabón, a comienzos del Imperio, habla ya de la exportación de trigo, aceite y mucho vino de la Turdetania (II, 2, 6). Sin duda, las oligarquías itálicas asentadas en la Bética, así como sus correspondientes indígenas, se cuentan entre los consumidores de este aceite de oliva de mejor calidad, lo que fomenta una diferenciación social creciente. El comportamiento de este producto habría sido, pues, semejante al del vino, con la diferencia de que, desde el siglo I n.e., el aceite hispano comienza a exportarse en grandes cantidades y es apreciado por su excelente calidad. Fueron los itálicos emigrados a fines de la República los motores de estos cambios que comienzan a advertirse unas décadas más tarde. La agricultura bética no era ajena al cultivo de otros productos como la avena y la cebada, de ciclos distintos de crecimiento y fundamentales para la alimentación del ganado o bien como las habas y lentejas que eran habituales en la dieta alimenticia humana, además de casi todos los restantes productos hortícolas actuales (col, berza, lechuga...) que eran cultivados en todo el Mediterráneo.
Así pues, el desarrollo de la romanización de la bética esta ligada a la explotación agrícola del territorio.
Conclusión
A fines de época republicana-inicios del Imperio la ciudad hispanorromana sufre importantes cambios en su fisonomía, que afecta especialmente a los ambientes públicos, como los foros y sus edificios componentes, los santuarios urbanos, los edificios de espectáculos o los edificios termales. En ellos cumplen una función básica el empleo de materiales pétreos, especialmente marmóreos, que siguen los modelos planteados en Roma, especialmente a partir de Augusto. Como es sabido, entonces aparece una panoplia de mármoles de primera línea que, procedentes especialmente de canteras del Mediterráneo oriental se constituyen como canónicos en los programas de monumentalización urbana, especialmente en los ámbitos de la arquitectura, escultura y epigrafía (soportes pétreos). En efecto, en los ámbitos provinciales asimismo se desarrolló un proceso similar, aunque en estos casos el empleo de los mármoles de importación de primera línea se acompañó de forma más amplia por mármoles de origen local o regional, que entonces se ponen en explotación, desarrollándose nuevas técnicas de elaboración y circuitos de comercialización para su uso en las ciudades provinciales.





martes, 25 de enero de 2011

Teoría de la ambición: Herault de Séchelles

Teoría de la ambición de Herault de Séchelles es un clásico de la tradición moralista francesa, un conjunto de preceptos para obtener el triunfo mundano, profesional o filosófico en tiempos de La Ilustración.
He extraído unos pocos para que tengáis una clara representación del tema sobre el cual versa.
Así pues, los cuatro principales elementos del genio filosófico son:
  1. Observación de las diferencias.
  2. Generalización de las analogías.
  3. Limitación de las escalas.
  4. Determinación de las circunstancias, cuya combinación singular da pie a cada caso particular.             
Preceptos básicos:
I
Para aguzar las facultades y mantenerlas alerta, hay que buscar siempre enemigos y lanzarse al combate.
II
Mens excitatur ab oppositis
La mente te despierta con los obstáculos.
III
Tened una alta idea de vuestras facultades y trabajadlas: las triplicaréis.
IV
Para que el cerebro despliegue una gran actividad hay que caminar, dormir y comer poco.
V
La mecánica y la poesía son análogas: tienen en común que acostumbran al espíritu a una representación vívida de los cuerpos en movimiento.
VI
A la edad en que la memoria se halla en plenitud de facultades, la lectura de una buena línea en todo un día instruye tanto como la lectura de todo el libro al que pertenece, pues entregados en ambos casos a nuestro objeto de estudio, en el primero nos comportamos como innovadores y amos, en el segundo como discípulos y peones.
VII
Leed rápidamente los libros poéticos o de oratoria, y despacio los libros analíticos o razonados, pues los libros de imaginación se componen en un estado febril, y su pensamiento es veloz, los libros de raciocinio solo pueden escribirse cuando la mente se halla fría y el pensamiento es pausado.
VIII
Estudiémonos y sepamos cuál es nuestro punto fuerte y cuál el débil, de modo que hagamos nosotros mismo aquello que podemos hacer bien, y nos sirvamos de otro para aquello que haríamos mal y que él puede hacer mejor que nosotros, no sin antes reconocer si se trata de una amistad de corazón o interesada.
IX
El hombre no es grande sino en proporción a la estima continua en que se tiene. Así, evitad los papeles inferiores y la compañía de gente despreciable: el desdén llama a la superioridad.
X
Poned en vuestras manos todos los medios de hacer el mal, a fin de no tener necesidad de hacerlo y de que seáis valientes, serenos, dulces y buenos por el mero sentimiento de vuestro poderío.
XI
Se ha de distinguir cuidadosamente entre el cerebro masculino y el femenino. El segundo es una suerte de matriz, recibe y restituye, pero nunca produce.
XII
Inflar una verdad establecida, no es decir nada nuevo; es un signo de mediocridad. Limitaos a exponer la verdad en su justo punto; que otros la hinchen y crean que os sobrepasan en facultades, pues no lo hacen sino en dimensiones.
XIII
Como en cada secta hay perro y gato, hay que ser perro con los gatos, y gato con los perros.
XIV
Debutad con algo grande, al menos sorprendente, de puro miedo de que la primera idea que se tenga de vosotros sea también la última.
XV
Consolarse del mal real mediante la felicidad ideal; hallar alivio del corazón en la cabeza.
XVI
No hablar nunca de uno mismo ni de sus asuntos sin necesidad, y meter en danza al prójimo tanto como sea posible.
XVII
El máximo del estilo didáctico consiste en reunir en un mismo periodo la proposición a establecer, su demostración, la objeción más sólida y la refutación de ésta.
 
 

GUERRAS SERTORIANAS

“Siendo costumbre entre los hispanos que los que hacían formación aparte con el jefe, perecieran con él si venía a morir, a los que aquellos bárbaros llaman consagración; al lado de los demás jefes solo se ponían algunos de sus asistentes y amigos, pero a Sertorio le seguían muchos miles de hombres, resueltos a hacer esta especie de consagración.”
Plutarco, Sertorio 14

Fuente

Plutarco fue un historiador, biógrafo y ensayista griego del siglo I, además de sus deberes como sacerdote del templo de Delfos, Plutarco fue también magistrado en Queronea y representó a su pueblo en varias misiones a países extranjeros durante sus primeros años en la vida pública. Su amigo Lucio Mestrio Floro, cónsul romano, patrocinó a Plutarco para conseguir la ciudadanía romana. Su trabajo más conocido son las Vidas Paralelas, una serie de biografías de griegos y romanos famosos, elaborada en forma de parejas con el fin de comparar sus virtudes y defectos comunes, dentro de esta obra cabe destacar la dedicada a Sertorio.

Ideas principales

1ª Describe la existencia de una costumbre hispana, llamada “devotio”.
2ª Comenta la alianza entre los hispanos y Sertorio.

Contexto
_Marco cronológico: el texto está escrito en el siglo I, pero está referenciado a las guerras sertorianas del siglo I a.C.
_Marco espacial: Hispania.
_Marco social: La sociedad ibera estaba fuertemente jerarquizada en varias “clases” sociales muy diferenciadas, todas ellas con una perfecta y bien definida misión para hacer funcionar correctamente la sociedad.

Desarrollo
Un tipo especial de clientela es la denominada devotio, que en el caso que nos ocupa se conoce como devotio ibérica, término que no es correcto por dos razones: en primer lugar, porque su existencia no es exclusiva del área ibera, ya que aparece también entre los celtíberos, y, en segundo lugar, porque existen también paralelos en otras zonas fuera de la Península Ibérica, entre los galos (soldurii) y entre los germanos (comitatus).
Se trata de una relación personal libremente contraída de fidelidad y servicios recíprocos creada fundamentalmente para la guerra. Es una forma peculiar de la fieles que se caracteriza por el elemento religioso de la consagración de la vida de un hombre y la de los suyos al servicio de un individuo (patronus), quien, a su vez, contrae una serie de obligaciones con el devotus. Hay que entender la devotio dentro del marco de la situación social existente en las diversas áreas de la Península ibérica, caracterizada por la aparición de diversos tipos de desigualdades sociales que provocarían el surgimiento de jerarquías y el que por diversos medios unos individuos detentarían mayor poder e influencia que otros. El ritual de la devotio ibérica era el mismo que en el caso de la clientela: la presentación del cliente al patrono, reconocerle como jefe, y la aceptación de dicha persona. Es posible que existiera una ceremonia especial, con un sacrificio ritual, del que quedarían vestigios en el juramento de Ampudio; quizás se tratara de un sacrificio humano y el de su caballo, ya que con ambos se refrendaban los pactos
Roma se aprovechará de esta situación, al igual que hará con el hospitium, que mantienen lejanos paralelos con lo existente en el mundo romano, para utilizarlos como mecanismos de integración de lo indígena en el mundo romano. El proceso sería el siguiente: en un primer momento los generales romanos aparecen vinculados a los modelos indígenas, siendo Sertorio un ejemplo claro, pero, a medida que transcurre su presencia en España, los romanos irán transformando esos modelos indígenas de acuerdo con sus normas e intereses.
La Guerra Sertoriana (81-73)
Se produjo cuando el Partido Aristocrático (optimates) consigue la aprobación de la Ley Valeria en el Senado y nombra dictador a Sila. Su acción política se orientó a la eliminación física de la capa dirigente de los populares. Sertorio, líder del Partido Popular Romano se refugia en Hispania. Con la ayuda de los hispanos derrotó repetidamente a las legiones de Sila. Con lo mejor de los exilados organizó un Senado en Hispania con el objetivo de crear un régimen paralelo al de Roma. En Osca (Huesca) creó una escuela a la que eran enviados los hijos de ilustres familias hispanas para recibir educación romana, potenciando así su romanización. En el año 73 a.n.e. Sertorio murió asesinado por sus colaboradores más estrechos, probándose una vez más que muchas fidelidades humanas no son nada sólidas si un tercero sabe cómo comprarlas.

Conclusión
Es importante mencionar que Sertorio se ganó la amistad y confianza plena de los celtíberos. Plutarco lo explica muy bien, por ejemplo, convirtió las partidas guerrilleras en ejércitos organizados y sobre todo creó en Osca una Academia para hijos de nobles indígenas que eran educados, instruidos en la formación romana. Se les pagaba los estudios, se les daba regalos y se les vestía de púrpura. Osca la quiso convertir en la nueva Roma, instituyó un Senado y conservó las formas de gobierno romanas, titulándose procónsul. Mediante una política de alianzas, de tolerancia y de justicia y trato suave para los gobernados, se ganó la adhesión de los pueblos de la Hispania.
Es decir, Sertorio estaba creando las bases de la romanización plena de los celtíberos para que en el futuro esos hijos de indígenas llegasen a ser magistrados, militares, etc. Los celtíberos llegaron a estar tan confiados y querían tanto a Sertorio que se le consagraron miles de ellos en devotio, es decir, en un pacto mediante el cual ofrecen sus vidas si su jefe muere. Plutarco dice que por esto tenía un séquito siempre detrás de cientos de indígenas.

Texto sobre la colonización fenicia de la Península ibérica

 “...ochenta años después de la guerra de Troya... la escuadra tiria, la más poderosa en el mar, en la región más alejada de Hispania, en el extremo del mundo conocido, fundó Gades en una isla rodeada por el océano, próxima al continente y separada de él por un estrecho. Pocos años después, los mismos fundaron Útica en África”
Veleyo Patérculo, Historias Romanas 1, 2, 3

Fuente

Marco Veleyo Patérculo (19 a.n.e – 31 n.e.) fue un historiador romano, también conocido simplemente como Veleyo. Miembro de una ilustre familia de Campania, Patérculo entró en el ejército cuando era muy joven. Se desempeñó como tribuno militar en Tracia, Macedonia, Grecia y en Oriente. Más tarde, sirvió como praefectus de caballería y legatus durante ocho años (desde 4 n.e.) en Germania y Panonia bajo Tiberio. Sus servicios le valieron los nombramientos como cuestor en 8 n.e. y, junto con su hermano, como pretor en 15 n.e. . Se sabe que aún estaba vivo en 30 n.e., puesto que existen varias referencias históricas acerca del consulado de Marco Vinicio correspondiente a dicho año, y se cree que fue sentenciado a muerte en 31 n.e. por ser amigo de Sejano, a quien elogiaba.
Su Compendio de la Historia romana consiste de dos libros dedicados a Vinicio y cubre el período que va desde la dispersión de los griegos luego del asedio a Troya hasta la muerte de Livia (29 n.e.). El primer libro, que concluye con la destrucción de Cartago en 146 a.n.e., tiene secciones perdidas, incluido el comienzo. La parte posterior de la historia, en especial el período entre las muertes de Julio César (44 a.n.e.) y Augusto (14 a.n.e.), son tratadas con mayor detalle.
Ideas principales
1ª Fundación de ciudades: Gades y Útica en el Mediterráneo Occidental por los fenicios.
2ª Descripción geográfica de la situación de la ciudad de Gades.
Contexto
_Marco cronológico: si bien la fuente pertenece al siglo I a.C. el texto hace referencia a la fundación de las ciudades: Gades y Útica , cuya fundación se sitúa en torno al siglo XII a.C. por las fuentes escritas.
_Marco espacial: Gades, en el golfo de Cádiz y Útica, en el golfo de Túnez.
_Marco social: colonización fenicia y orientalización de la cultura autóctona.
Desarrollo
Gadir y Útica fueron fundadas por los fenicios provenientes de Tiro, en la costa sirio-Palestina. Los datos con los que hoy día disponemos datan la fundación de las mismas entre los siglos XII y VIII. Según las fuentes literarias, fueron fundadas en el año 1104 Gadir y en 1101 Útica, 80 años después de la guerra de Troya, según Patérculo. Pero esta información no está contrastada por las fuentes arqueológicas, ya que no tenemos constancia antes del siglo VIII. Otro punto en contra de la fundación de estas en fechas tan tempranas es que no fueron escritas por contemporáneos a la fundación, sino por griegos y romanos siglos más tarde, caso de Estrabón o Veleyo, que escribieron mucho sobre la situación geográfica de las mismas, pero dichos personajes vivieron en el siglo I a.C.
El emplazamiento de la ciudad de Gadir fue elegido por los fenicios por su buen emplazamiento, tanto por vía marítima como fluvial para acceder al interior del país, sus numerosos recursos para la subsistencia, la fertilidad de sus tierras y por sus minas metalíferas, que permitía a los fenicios, comerciantes de tradición, comerciar con África y con el resto de la Península Ibérica, además era un lugar muy fácil de defender por su situación isleña. Muy importante fue la relación comercial que Gadir mantuvo con Tartessos, ya que los fenicios extendieron su cultura por todo el sur peninsular, al ser grandes comerciantes, orfebres, artesanos... transformando con su entrada el modo de vida autóctono en todos los ámbitos, social (la explotación de las minas aumentó las diferencias sociales), político (fortaleció la posición dominante de las élites aristocráticas), económico (la metalurgia del hierro repercutió beneficiosamente en la zona al aumentar la producción agrícola).
Conclusión
 Las ciudades-estados fenicias de Gadir y Útica eran ciudades independientes unas de otras política y económicamente, aunque existía cierta cooperación entre ellas, sobre todo para la defensa de pueblos invasores. Tan grande fue la influencia y la importancia de Gadir en la Antigüedad, que siglos más tarde, desaparecida ya la Gadir fenicia, autores griegos y romanos aún hablan de su fundación, del comercio fenicio con todo el Mediterráneo desde Gadir y de su riqueza humana, económica y metalífera. Los fenicios edificaron el Templo de Melkart o el de kronion (dedicado a Cronos) en lo que hoy se conoce con el nombre de la Caleta. Los templos en la Antigüedad, más que una zona de culto, era el lugar donde se desarrollaba el comercio y se realizaban todas las transacciones económicas y culturales. Es en esta zona donde se han encontrados numerosos objetos relacionados con el comercio, como estatuillas de dioses, sobre todo de Melkart y de Astarté, dioses fenicios que los indígenas de Gadir aceptaron sin oponer resistencia, como muchas otras de las costumbres traídas por los fenicios, quemadores de perfumes, joyas, cultos y rituales, etc.
 
 

La crisis del siglo III y el fin del Mundo Antiguo

Lectura del libro “ La crisis del siglo III y el fin del Mundo Antiguo”
Autor: J. Fernández Ubiña.
I.S.B.N.: 84-7339-568-9
AKAL EDITOR, 1982

INTRODUCCIÓN

El presente trabajo tiene por objetivo realizar un análisis de la obra “La crisis del siglo III y el fin del Mundo Antiguo”, ensayo escrito por el Profesor Dr. José Fernández Ubiña, del Departamento de Historia Antigua de la Universidad de Granada.
Siguiendo las orientaciones educativas del Catedrático en Artes y Humanidades de la Universidad de Almería, Doctor José Luis López Castro, el trabajo comienza con un resumen del contenido del libro, en el que se exponen las ideas y argumentos principales, que el autor de la obra ha estimado oportuno expresar.
Tras el resumen y exposición de ideas contenidas en el libro, se realiza un repaso a las fuentes documentales usadas en la confección del ensayo; así como de la bibliografía citada por el autor.

Resumen del libro

La obra se estructura en seis capítulos, en los que se recoge la visión que los historiadores poseían a lo largo de la historia sobre el acontecimiento en cuestión, es decir, la crisis del siglo III. Así pues José Fernández Ubiña, recoge en el libro diversas posturas teóricas con las que obtenemos un acercamiento a los hechos desde distintos planos ideológicos y temporales; pues comienza comentando la visión que los romanos tenían de la crisis que estaban sufriendo, para después seguir avanzando en las diferentes corrientes de pensamiento que han realizado un análisis de lo ocurrido en el siglo III. Recoge la obra posturas de humanistas ilustrados como Voltaire, de liberales como O. Seeck o marxistas como Staerman.
A pesar de las diferencias teóricas, todos coinciden básicamente en que las causas de la crisis fueron:
1ª Problemática de la política exterior.
Los llamados bárbaros aumentan su capacidad de fuerza y organización, generando constantes y crecientes gastos de orden militar en Roma, que es incapaz de afrontar una política que imponga la paz en sus fronteras, Roma pierde su capacidad “civilizadora”, represiva y atractiva.
  Problemática de la política interna.
La Monarquía Imperial acapara el poder sustrayéndolo del Senado, que pierde su sentido al carecer de legitimidad política, esto es posible en gran medida gracias a la política imperial que favorable al ejército, el cual agradecido por los aumentos salariales y otras prebendas como la posibilidad de promocionarse dentro del ejército, casarse... apoyan al emperador.
3ª Problemática de la política económica.
Se destaca por parte del autor el malestar de la clase rural en este periodo, malestar que se explica por el incremento de los tributos a pagar por parte del agricultor a un Estado, que ya no le protege ni le hace sentir orgulloso de su pertenencia a una gran potencia. A esto se le debe sumar: las bajas rentas agrícolas, la escasez de mano de obra agraria, lo que a su vez genera escasez de productos, el aumento del volumen monetario provocó un fenómeno inflacionista... todo ello provoca una animadversión de la clase rural hacia la privilegiada.
4ª Problemática de la unidad política y cultural.
La unidad entre la ciudadanía romana se debilita por las divisiones sociales, los particularismos nacionales y la “anarquía religiosa”. Hubo un intento de superar las diferencias, otorgando la ciudadanía romana universal, que se veía favorecida por las diversas procedencias de los emperadores, soldados... pero la crisis acentuó la división.
Las ideas principales de la obra responden al siguiente esquema de contrapuestos, que denotan las fricciones entre los mismos:
Control imperial del limes ß-----------àPotencia de los bárbaros
Precios de guerra               ß-----------à Recursos estatales
Gastos estatales                  ß-----------àRecaudación de impuestos
Producción                         ß-----------àConsumo              
Campo                                ß-----------àCiudad
Poder Senatorial                 ß-----------àPoder Imperial
Tradición clásica               ß-----------àTradición Irracional ( cristianismo)

Respecto a las fuentes clásicas utilizadas, decir que son múltiples y variadas como: Polibio, Salustio, Cicerón, Lucrecio, Ulpiano, Filostrato, Dión Casio, Herodiano, Mario Máximo, Suetonio, Dexippo, Amiano Marcelino, Aurelio Víctor, Simaceo, Cipriano, Comodiano...en lo referente a autores de obras de referencia histórica citadas en este ensayo, he de comentar que su número es ingente, por lo que expondré unos pocos de esos autores: E. Peterson, F.W. Walbank, M. García Pelayo, F. Engels, Voltaire, A. M. Prieto, E. Albertini y un largo etcétera. Comentar que el número de fuentes citadas en la obra hacen de esta, una obra de referencia para futuras investigaciones en este campo.
En mi opinión, la lectura de este ensayo me ha parecido muy interesante por lo esquemático del mismo, considero que tras su lectura, un alumno puede tener una visión general del proceso de decadencia que tuvo lugar en el  Mundo Antiguo en el siglo III y entender las causas que llevaron a la desaparición de este.

HISTORIA ANTIGUA DE LA PENÍNSULA IBÉRICA: LOS ÍBEROS


Lectura del libro “Los Íberos”
Autor: Dr. Antonio Arribas
ISBN 84-209-0315-9
Primera edición: Septiembre de 1965
Editorial: AYMÁ, S.A.

INTRODUCCIÓN

El presente trabajo tiene por objetivo realizar un análisis de la obra “Los Íberos”. Se trata de un ensayo escrito por el Catedrático de Prehistoria de la Universidad de Granada, Doctor Antonio Arribas, sobre un pueblo tan desconocido como apasionante, los íberos.
Siguiendo las orientaciones educativas del Catedrático en Artes y Humanidades de la Universidad de Almería, Doctor José Luis López Castro, el trabajo comienza con un resumen del contenido del libro, en el que se exponen las ideas y argumentos principales, que el autor de la obra ha estimado oportuno expresar.
Tras el resumen y exposición de ideas contenidas en el libro, se realiza un repaso a las fuentes documentales usadas en la confección del ensayo; así como de la bibliografía citada por el autor.
RESUMEN DE LA OBRA “ LOS ÍBEROS”
La obra se estructura en diez capítulos en los que se hace una introducción a la vida, arte y cultura íberas. En el primero de ellos Antonio Arribas comenta lo incierto del origen de los pueblos íberos, a los que adjudica un probable origen africano y hace la observación de que a pesar de las diferencias culturales de los distintos pueblos, estos conforman una unidad desde el punto de vista lingüístico; no así en lo que se refiere a su modo de vida, ya que se diferencian distintos usos sociales dependiendo de si son pueblos de interior, que conforman sociedades autárquicas y jerarquizadas con una economía basada en la ganadería, y pueblos costeros, donde la organización social es más compleja: hay diferenciación y especialización del trabajo y sobre todo contacto con otras sociedades por medio del comercio. El autor distingue tres zonas de hábitat: Meseta, Levante y Andalucía.
En el segundo comenta las diferencias geográficas entre las zonas señaladas.
El tercer capítulo titulado, Formación de los pueblos íberos, hace un repaso al origen y mezcolanza de los distintos pueblos que mantuvieron contacto con los autóctonos en la antigüedad, según el autor desde el neolítico se observa una unidad cultural de los autóctonos que habitaban en la península ibérica, que se fue transformando y diferenciándose por contacto con otras culturas: orientales (fenicias y griegas) , célticas (Martínez Santa Olalla aboga por una intrusión céltica) , púnica y romana.
El siguiente capítulo comenta como vivían los íberos: habitaban en viviendas rectangulares con zócalos de piedra, paredes, por lo general, de adobe y cubiertas de ramaje. Poseían escaso mobiliario, por las tumbas se deduce que las viviendas tenían hornacinas, vasares volados usados como armarios, tablas y ramas cubiertas con jergones que usaban para descansar. Tenían un conjunto de aperos de labranza amplio como: carretas, arados, yugos, hoces, azadas y diversas herramientas como hachas, sierras... además, por las pinturas y vasijas sabemos que se deleitaban cazando y luchando. En referencia al vestido, comenta que el lino era usado por nobles mientras que los no privilegiados usaban la lana para su confección. El calzado era de cuero o de esparto y les gustaba adornar sus cuerpos con elementos de joyería como los torques, las pulseras, los pendientes, etc.
El capítulo quinto advierte que los oppidum ibéricos se construyen sobre cumbres de colinas de fácil defensa, por la naturaleza del lugar, si bien ésta se reforzaba por medio de murallas, que en ocasiones, como es el caso de Ullastret, alcanzan los cuatro metros de altura, realizada con sillares de piedra y que posee torres circulares y rectangulares cada treinta metros.
El sexto se titula, Vida social y comercial, y en él se ofrece una vista al modo de explotación de los recursos por los distintos pueblos. Comienza hablando del valle del Guadalquivir, donde la monarquía tartésica mantenía un férreo control sobre la explotación y comercialización de los recursos, sobre todo mineros, comenta que este control fue decayendo y fragmentándose hasta su desaparición y reemplazo por los turdetanos, que explotarán agrícolamente la zona por medio de latifundios que eran trabajados por asalariados o esclavos. En esta pirámide social destacan los comerciantes y navieros que pueblan las zonas costeras, que se enriquecieron con el comercio y se mezclaron con facilidad con los pueblos autóctonos, en especial, los fenicios con los tartésicos. La minería genera grandes ingresos a los propietarios de minas turdetanas, que son explotadas por asalariados y esclavos, en menor medida.
En la zona de Levante no existe un poder central, sino que se establecen alianzas locales. A partir del siglo II a.c. los príncipes reciben su potestad de la Asamblea. Este tipo de asambleas es de influjo griego y posibilitó la expulsión de los reyezuelos de la ciudad de Sagunto y el establecimiento de un senado. En la zona del Valle del Ebro, dominada por los ilergetes, presenta una estructura de poder basada en la usurpación, los caudillos militares se suceden en el mando. En Cataluña son simples cabezas de familia que representan a sus pueblos, se encuentran en un estado social y económico indiferenciado por la falta de riqueza a repartir.
La base económica del mundo íbero la conforman: la agricultura, la ganadería, la pesca, la minería y el comercio.
En el capítulo séptimo, el autor realiza un comentario sobre la religión y el ritual. Posee un fondo y una forma mediterránea, tenían un culto astral, solar y lunar en promontorios e islas. Se desconoce el nombre de sus divinidades, realizaban ofrendas a sus dioses en santuarios, estos muestran el sincretismo propio del pueblo íbero, hay culto a deidades como Astarté, Melkart, Artemis, Zeus ... e incluso cultos totémicos como hacia el toro. La función de los santuarios fue diversa: política, social, artística, comercial. En cuanto al ritual funerario, Antonio Arribas comenta la ritualización de los campos de urnas, que consiste en la incineración en vasija del cuerpo del finado, al que se le rodea de ofrendas y ajuar, siendo enterrado en un hoyo. Distingue tres tipos de campos: los íberos, se entierran sin establecer un orden predeterminado; los pobladores de la Meseta, forman calles en la disposición de las urnas; en Andalucía, se añade un túmulo.
En los restantes capítulos se comenta el arte íbero y se lo tilda de imitativo, pues se considera que no es un arte innovador, sino que copia formas de otras culturas; de modo que se distinguen tres etapas: griego provincial V-III a.C.; desarrollo indígena bajo influencia oriental III-I a.C. y romano provincial I a.C.-IV d.C.
Los rasgos de su escultura arquitectónica denotan su influencia jonio-oriental en restos arqueológicos como un capitel de Elche, que presenta una decoración de palmeta con volutas inferiores inscritas en arco. Es relevante el número de esculturas zoomórficas, como “La Bicha de Balazote”. Referente a la escultura antropomórfica, el autor comenta que la estilización de cabellos y ojos, así como de paños, señalan su origen oriental. Entre las representaciones predominan los guerreros a pie o a caballo, armados y vestidos con túnicas. Estas obras se modelan en arcilla, piedra, metal.
La cerámica íbera se modela usando unas arcillas claras, amarillentas o rosadas, de textura porosa y, en ocasiones, paredes muy finas, que están elaboradas a torno. Sus formas imitan a las griegas y púnicas, su particularidad reside en el uso de oxido de hierro o manganeso que sobre el fondo, liso o cubierto con una capa de engobe claro o pintura blanca, tomaba un color rojo vinoso en la decoración de sus cerámicas. Aunque el procedimiento es común en el Mediterráneo, lo característico es la riqueza y variedad de los temas decorativos: bandas y líneas, metopas, semicírculos y cuartos de círculos concéntricos, rombos, estilización de aves y peces, decoración vegetal y humana.
Se reconoce un estilo y técnica indígena en el arte del metal, aunque buena parte de los temas y formas de las joyas prerromanas proceden de una tradición oriental. La habilidad de joyeros y toreutas del Sur peninsular consistió en amalgamar las corrientes orientales y célticas en una síntesis que dio como resultado un arte singular. Destacan dentro de esta corriente orientalizante, joyas como las que componen el tesoro del Carambolo: 21 piezas de oro repujado de excelente factura, en el que se distinguen grupos decorativos tales como rosetas y semiesferas, escamas, aros y semiesferas rehundidas. Sobre los motivos y técnicas tartésicas, descritas en el tesoro del Carambolo, aparecen en el siglo V a.C. los nielados y repujados célticos, en especial, en broches y falcatas.
Las principales ideas expuestas por el autor en su obra pueden resumirse en :
1ª Probable origen africano de los pueblos íberos.
2ª La sociedad tartésica e íbera sufre un proceso de transformación al entrar en contacto con culturas del Mediterráneo Oriental, lo que se conoce como orientalización.
3ª Se distinguen tres áreas geográficas de diferenciación cultural, si bien se esgrime la unidad basándose en criterios lingüísticos, estas áreas son: Andalucía, Levante y NE peninsular.
4ª Los íberos son amantes de la guerra y muy religiosos.
5ª Escasa capacidad autóctona para la innovación cultural.
Las fuentes clásicas utilizadas por el autor para la realización de la obra, son en su mayoría greco-romanas, destacando: Veleyo Patérculo, Porcio Catón, Pseudo-Scilax, Diodoro, Marcial, Tito Livio, Salustio, Eratóstenes, Estrabón, Escimno, Avieno, Hecateo, Polibio, Philistos, Eforo y Posidonios. También recoge información de estudios realizados por otros investigadores, en su mayoría, españoles tales como: P. Bosch Gimpera, M. Almagro, I. Ballester, J. Camón, E. Hernández Pacheco, A. Beltrán, A. García Bellido, C. Sánchez Albornoz, J. Caro, J. M. Blázquez..... además de investigadores españoles, Antonio Arribas utiliza para realizar su estudio, obras de autores extranjeros como: A. Schulten, L. Pericot, P. Dixon, E. MacWhite, C. Hawkes, H. Sandars, W. L. Hildburgh..... en general, la bibliografía utilizada por A. Arribas, aun siendo extensa, resulta a nuestros ojos obsoleta; pues contiene unos puntos de vista que con el desarrollo de posteriores investigaciones se han visto desacreditados, tal es el caso de la obra de A. Schulten.
Tras la lectura del ensayo, he de comentar que personalmente encuentro ciertas deficiencias en el mismo. Para empezar, la obra carece de documentación gráfica que permita una correcta comprensión de los términos que se describen; habría sido muy interesante que el autor hubiese incluido en los diferentes apartados de la obra un conjunto de mapas e imágenes que permitieran observar, en mayor medida, las diferencias culturales por las que el autor divide en tres áreas geográficas los pueblos íberos: Andalucía, Levante y NE Peninsular. También es relevante la carencia de esquemas cronológicos, el autor debería haber hecho un esfuerzo mayor para hacer comprensible su estudio de los íberos y creo que la impresión visual de los mapas y esquemas cronológicos ayuda muchísimo a generar un marco crono-espacial, que favorece la compresión de los datos que se quieren transmitir. He de subrayar también que estoy en desacuerdo con el planteamiento general de la obra, que presenta en su confección un esquema difusionista, que minusvalora la actividad de la sociedad íbera, a la que presenta como incapacitada para el desarrollo de actividades políticas y culturales. Da la impresión de que todo lo que ocurre en Iberia es producto de la entrada en contacto con las culturas orientales, todo es producto de la llegada de griegos y fenicios a la península; sin menos cabo de que ese contacto provoca cambios en las sociedades íberas, personalmente valorizo el que es la sociedad íbera quien realiza esos cambios dentro de su proceso histórico. Además hay en el autor cierta tendencia a presentar a los íberos como guerreros y agricultores religiosos, lo que quizás está en consonancia con el pensamiento político impuesto en España en la fecha de edición del libro 1965.