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lunes, 24 de enero de 2011

COMENTARIOS A LA METAFÍSICA ARISTOTÉLICA

¿Por qué la sustancia es lo primero?
Aristóteles en el Libro VII de la Metafísica comentó que el Ser es la sustancia que soporta los atributos. Aristóteles se dedicó a escrutar la realidad y trató de darle un sentido a la misma a través del estudio del lenguaje; el camino para llegar a interpretar la realidad es el lenguaje.
De la observación y análisis del lenguaje, de la forma en que el hombre verbaliza el Mundo, obtuvo la siguiente conclusión: el Ser es la sustancia y esta es el nombre o, para ser más precisos, el sujeto lógico. Con esto quiere decir que el sustantivo es la categoría suprema, todo lo demás depende de ella. En una simple frase, el perro verde, se observa claramente la dependencia del determinante (el) y del adjetivo (verde) respecto del nombre (perro) . Mediante un riguroso examen de la realidad lingüística, se puede obtener conciencia de la realidad material. Al menos así lo vio Aristóteles, que estableció una serie de categorías para definir el Mundo, lo hizo con un orden jerárquico, colocando a la Sustancia en primer lugar y haciendo que las restantes nueve categorías estuvieran bajo dependencia de esta.
La razón de esta jerarquía viene dada por el hecho de que la sustancia, a pesar de ser una realidad abstracta, soporta los atributos de la realidad. Las categorías inferiores: la magnitud, la cualidad, la relación, el lugar, el tiempo, el hábito, la condición, la acción y la pasión; no tienen existencia propia, tan solo pueden ser atribuidas a la sustancia. El lugar, por ejemplo, es una categoría que hace referencia al sitio donde se encuentra un objeto, pero en sí mismo es inservible e impensable, si no está en relación con el objeto. El lugar, la magnitud, el tiempo... son circunstancias que están en relación con una sustancia a la que dan una materialidad.

DE QUE MANERA EL ALMA ES LA FORMA
Aristóteles tuvo que enfrentarse al problema de qué hacer con los cuerpos que poseen
vida, cómo explicar la diferencia entre una cosa viva y otra que no lo está. Una vez
más, partiendo del análisis de la realidad, llegó a la conclusión de que existen
compuestos que poseen vida y otros que no; a los primeros los dota de alma y a los
otros no.
Toda cosa se compone de materia, forma y su unidad, del mismo modo que una roca
se compone de una materia asignada que la constituye materialmente y de una forma
que la define, constituyendo su diferencia específica, la cual la diferencia y la
individualiza, formando con su unión un compuesto que muestra sus atributos
específicos, configurando una roca que es esta roca y no otra; el hombre está dotado
de una materia, una forma y su unidad. La materia asignada en este caso es el cuerpo,
porque es en él, donde se halla la potencia, el alma es aquello que lo define, el acto, y
la unión de ambos, el compuesto, el hombre.
Se dice que el alma es la forma que define y diferencia a una cosa viva de otra
muerta, pues porque el cuerpo que constituye la materia puede ser muchas cosas, pero
no lo es, en tanto en cuanto, es el alma, de la cual está dotada la materia viva, quien la
define en un acto de ser. La materia, el cuerpo, está sometida a los fenómenos de
generación y corrupción, mientras que la forma define el estado de la materia, es
decir, el cuerpo se mueve porque el alma le inflige movimiento; pero hemos de
entender que cuerpo y alma son materia y forma de un compuesto, el hombre, y por
tanto, no puede extraerse uno del otro.
Según Aristóteles existen tres tipos de alma: la vegetativa, aquella que poseen las
plantas y que se caracteriza por ser eminentemente nutritiva, es decir, que carece de
sensaciones como el placer y el dolor; la sensitiva, que es aquella que poseen los
animales y que comprende dentro de sí, además de la necesidad de nutrirse, la
capacidad de sentir sensaciones como el placer y el dolor; por último está el alma
intelectiva, que tan solo posee el hombre, que comparte con plantas y animales la
necesidad de nutrirse y la capacidad de sentir sensaciones tales como placer y dolor,
pero además tiene la capacidad de razonar y de distinguir aquello que está bien de lo
que está mal, entre otras virtudes.
El alma intelectiva se subdivide a su vez en intelectiva activa e intelectiva pasiva,
esto quiere decir que un hombre que posee un conocimiento, por ejemplo, leer; no
está constantemente leyendo, pero posee el conocimiento potencial de leer, esta sería
la intelectiva pasiva; mientras que si se pone a leer un texto, ese conocimiento
potencial se actualiza y pasa a ser un conocimiento en acto, pues se está leyendo.

HABLEMOS DE LA FORMA SUSTANCIAL

Aristóteles en el Libro VII sigue ahondando en el análisis de la realidad circundante y considera que la misma es una realidad pensada o lingüística y una realidad sensible; por lo que inicia un estudio sobre porqué las cosas son como son.
Considera que la sustancia está constituida por tres elementos o aspectos constitutivos: materia, forma y su unidad. La materia es un elemento informe, un elemento en pura potencia que aún no está determinado; sino que constituye un espacio objetivable y moldeable que puede llegar a ser algo, pero que aún no lo es.
La forma es el elemento que moldea la materia, es decir, la que hace que una materia sea lo que es y no otra cosa, lo que la define y da entidad a la misma. La forma en cuanto a tal, puede ser pensada de manera separada de la realidad material. Podemos llegar a pensar en la forma y colegirla a través del pensamiento.
El compuesto, como resulta obvio por el nombre recibido, es la unión de materia y forma, que se observa en las cosas y que ya está separado del resto de cosas, en sí mismo ya contiene materia y forma, potencia y acto, se convierte en una cosa separada del resto, se convierte en algo individualizado que puede ser observado y enumerado, que puede ser señalado y dirimido por los atributos observables en ello.
Así pues, Aristóteles llega a la conclusión de que las cosas tienen una forma sustancial que les hace ser lo que son y no otra cosa, porque cada cosa individual tiene una materia asignada para su constitución y una forma que la determina de una manera en particular y no de otra. Si ponemos un ejemplo para que quede claro lo expuesto, podríamos ver que en una cosa tal como una barra de pan, tenemos una materia asignada para la misma, algo así como la masa informe que puede ser muchas cosas ya que está en pura potencia; una forma pensada que le dará a la materia asignada su aspecto determinado y la unión de ambos sería el compuesto, la barra de pan, que no es una torta ni una baguette; porque la materia asignada y la forma pensada la individualizan y la señalan como una barra de pan y no como otra cosa. La unión de materia asignada y forma que la determina dan un compuesto que se diferencia del resto, he ahí su forma sustancial.

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